En 2013 se invertirán 365 millones de euros en tecnologías innovadoras eficientes.
Uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta hoy en día la UE, según la Comisión Europea, es la mejor forma de diseñar y adaptar las ciudades para convertirlas en entornos inteligentes y sostenibles. Especialmente si tenemos en cuenta que casi tres cuartas partes de los europeos vive en ciudades, consumiendo el 70% de la energía de la unión.
Actualmente son muchos los obstáculos que limitan el potencial de las tecnologías innovadoras inteligentes como, por ejemplo, barreras para la adopción de tecnologías eficientes o la incertidumbre sobre los retornos de la inversión. Además, en tiempos económicos difíciles, las empresas y las ciudades son reacias a este tipo de tecnologías a pesar del posible ahorro económico y la reducción de emisiones a largo plazo que pueden acarrear.
Por todo ello la Comisión de Europa ha puesto en marcha la Asociación Europea de Innovación para Ciudades y Comunidades Inteligentes (Smart Cities and Communities) con la que quiere impulsar el desarrollo de las tecnologías inteligentes en las urbes. El objetivo es, en palabras de sus responsables “agrupar los recursos de investigación de los ámbitos de la energía, el transporte y las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) y concentrarlos en un grupo reducido de proyectos de demostración que se ejecutarán en colaboración con las ciudades”. Para 2013 se han asignado 365 millones de euros para la demostración de este tipo de soluciones tecnológicas urbanas.
En el futuro, la financiación de la UE se concentrará en un número limitado de proyectos de demostración con un alto impacto, con consorcios industriales de alto nivel (formados por industrias intensivas de I + D de los tres sectores), junto con una o dos ciudades para demostrar el valor añadido, de manera que otras ciudades puedan seguir su ejemplo para aplicar las mismas tecnologías.
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